BÉISBOL Y LITERATURA



La relación entre deporte y la literatura viene quizás desde Píndaro.Tuvo que ser la lírica, por el subjetivismo que la caracteriza, quien entronizara esta admiración por las hazañas deportivas de los vencedores que emulaban a la de los héroes míticos y patrios. No hay que olvidar tampoco, que aquellos juegos deportivos estaban dedicados a los dioses griegos y eran vistos por lo tanto como una 'Divina pax'. Resulta entendible, que hasta el día de hoy, se vea a nuestros atletas contemporáneos encomendarse a su dios, antes de empezar la contienda para la cual han dedicado con disciplina la mayor parte de su tiempo. Incluso en épocas de guerra, la distracción de los guerreros o soldados, consístia en llevar a cabo juegos de competencia donde perderlos podía causar la locura como le sucedió a Ayax el Grande, quien en una disputa con Odiseo por ganarse la armadura de Áquiles, fue la falta de ingenio lo que decidió su derrota.


Diversos escritores han tenido gusto por algún deporte en particular, los más significativos han sido y son, el ya mencionado Píndaro, además de Marcial, Agatha Christie, Julio Cortázar, Ernest Hemingway, Paul Auster, Stephen King, Mario Vargas Llosa, Juan Villoro, Javier Marías, Haruki Murakami, y quién sabe cuántos más los hubo pero tuvieron empacho en confesarlo.
     Me propongo hablar por lo tanto en esta sección de ese vínculo entre deporte y libros, o si lo prefieren, el deporte en los libros. Sin embargo, lo haré desde el enfoque deportivo del béisbol y desde los variados géneros literarios con los cuales me será posible abordar con detalles dicha asociación. El humor o la ironía deberán aparecer en algún momento, pues díganme qué deportes siguen y les diré qué tanto ríen. No por casualidad, casi todos los equipos de béisbol tienen una mascota como emblema.
     Hippolyte Taine, el padre de la sociología literaria, pensaba que las obras artísticas estaban determinadas por le milieu (geografía, clima); la race (estado físico del hombre: su cuerpo y su lugar en la evolución biológica); y el momento (el estado de avance intelectual del hombre). Los deportes parecen cumplir con este primer término pues no he visto a Javier Marías opinar nunca sobre una final entre Yanquis y Medias Rojas, como tampoco a Auster comentar sobre un partido entre el Real Madrid contra Barcelona. Por lo cual, parece ser que los paises imperialistas no sólo imponen su lengua sino también sus gustos deportivos.
     Que "el béisbol es el rey de los deportes", es una frase muy literaria y que tiene todo el tono de ser igualmente pura ficción. Se le atribuye al sabio físico Albert Einstein, quien nacido en un imperio para naturalizarse en otro, la habría dicho con mucha ironía en el dado caso de ser cierta su paternidad. La ironía está en el grado de verosimilitud, más que en lo verdadero que pudiera tener esta sentencia. Muchos aficionados al béisbol, quisieran que no hubiese ninguna duda al respecto de que fue el genio alemán quien la pronunció por vez primera. Pero antes, debemos analizar al menos una sola palabra de esta frase para proclamarla rotundamente. Sabemos que el sustantivo 'rey' ha sido propio de los países con régimen monárquico, tal como ocurrió en Alemania y como no pasó nunca en los Estados Unidos. La jerga y simbología de los deportes propiamente norteamericanos como lo son el béisbol, el baloncesto y el fútbol americano, no habían tenido referencias monárquicas hasta la fecha más que en esta sentencia dicha. No llaman monarca al equipo ganador de una liga, sino campeón de liga. Sus trofeos más importantes son una unión de banderines, un balón a punto de ser pateado, y un balón que está por entrar en una canasta.


     Por otro lado, la más famosa competencia de fútbol, la 'UEFA Champions League', tiene por trofeo una copa, con lo cual ya dice mucho sobre el origen de dicho deporte. Pero parece ser que esto ocurre con los juegos populares cien por ciento de corte europeo como lo son también el tenis, el golf, el críquet, el rugby; donde en las vitrinas de los campeones no falta nunca una copa.
     Sobre el origen que tuvo el béisbol en Inglaterra, no sería la cuestión fundamental, porque fue con su aplicación moderna, difundida en América del Norte hacia finales del siglo XIX, como ganó rápida popularidad a manera de contienda, de competencia, de rivalidad, entre la pujante población burguesa estadounidense, y no lo hizo nunca como representación alegórica de un botín para el rey. De tal modo, que dicha frase de apreciar al béisbol como "el rey de los deportes", parece ser de entrada una paradoja en los Estados Unidos, en segundo es una ironía, pues resulta que este deporte ha ganado mucha popularidad en países donde alguna vez reinaron monarcas como es el caso de México, o en aquellos que aún mantienen una monarquía como Japón y Canadá. No obstante, Allea jacta est, entre rey de copas o rey de bastos, opto por lo segundo. Pues es un imperativo ser crédulos con las hazañas y glorias que se dan en nuestro deporte favorito, si en verdad queremos divertirnos. Porque no hay que perder nunca de vista que "dios no juega a los dados". 

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