CINE Y LITERATURA

Que la televisión mexicana destine alrededor de ocho horas diarias a ensanchar el corazón del televidente más que a su conocimiento se refleja en los protagonistas de nuestra política mexicana y en los que se están nominando. Así también se percibe en la conformidad o en el gran corazón que tienen muchos por escuchar las viejas propuestas o los ridículos guiones de cine que son sus spots políticos. Octavio Paz decía que en la palestra de la política una persona que únicamente pone el corazón por delante, regularmente se equivoca, y una persona que sólo pone al frente su inteligencia, regularmente se corrompe. No es raro entonces que ante la nula televisión objetiva que corrompe nuestro entendimiento, pretendamos mejor hablar de cine  y literatura mundial, pues al menos en esto uno tiene la oportunidad de elegir de corazón el material audiovisual para nuestro recreo.

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